Hay proyectos que emocionan y éste es uno de ellos; se trata del Rolls-Royce más pequeño del mundo, el Rolls-Royce SRH, un vehículo listo para ser pilotado por conductores a su medida -¡niños!- en el más duro y complicado de los circuitos, un hospital. Y es que este Rolls es un diseño hecho por la firma británica para la unidad pediátrica del Hospital St Richards -ubicado en Chichester, localidad de origen de Rolls-Royce-; los niños en espera de cirugía podrán pilotar este soberbio juguete una zona del hospital cuyos pasillos han sido acondicionados como si de un circuito se tratara, con sus señales de tráfico incluidas.
La idea no puede ser más sencilla ni más bella, un juguete no cura a un niño por muy lujoso y exclusivo que sea, esa labor es competencia única de los médicos pero lo que sí hace el juguete es llenar de vida y risa un momento duro, e incluso cruel, en la vida de los niños que sufren enfermedades tan graves como para hacerlos pasar por un quirófano. Se trata de conseguir que los niños jueguen, rían, se diviertan, se olviden de donde están para borrar el miedo y la angustia o, al menos, reducirlos a la mínima expresión.
Este nuevo Rolls fue presentado del mismo modo que ha sido diseñado, como todo lo que hace esta ilustre firma de automoción británica, cuidando cada detalle; nada se deja al azar porque hablamos de un Rolls aunque funcione con una batería de 24 voltios y no supere las 10 millas por hora; parte de los componentes de este nuevo diseño han sido fabricados utilizando la nueva técnica de impresión 3D y, durante la presentación, los dos pequeños invitados, junto a sus familias, pudieron pilotar por primera vez el nuevo Rolls-Royce SRH y, además, regresaron en un Rolls 'de mayores' por cortesía de la firma británica.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6