¿Quién no se ha subido a un carrusel alguna vez en su vida? no hay pueblo sin fiesta ni fiesta sin carrusel, tampoco niño sin ticket para montar en él, tanto es así que podemos considerar a esta atracción de feria como una parte esencial de nuestra infancia, casi tan divertida como los cuentos y las historias mágicas que nos cuentan. Y ahí vamos, a un carrusel que aúna ambos mundos, el de los clásicos y populares carruseles y el de la magia y los mundos imaginarios, lo hace además con el brillo, la creatividad y la elegancia de Jaime Hayon y Swarovski.
Para descubrir personalmente este espectacular carruesel tendrás que viajar a Austria y visitar el Swarovski Kristallwelten de Watterns, es allí, en el museo que Swarovski tiene junto a su fábrica, donde encontrarás este magnífico carrusel, uno que nadie tendrá que explicarte que es de Jaime Hayon porque, si admiras tanto a este diseñador español como nosotros, descubrirás su mano y sus ideas al primer golpe de vista, también será en ese preciso momento cuando te enamores del brillo de los 15 millones de cristales de Swarovski que decoran esta excpecional pieza.
Seis meses de trabajo han sido necesarios para hacer realidad este carrusel de ensueño en el que hasta 28 personas por viaje podrán evocar el rostro más divertido de su infancia.
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