Las Bodas de Fígaro es una ópera buffa en cuatro actos del compositor Wolfgang Amadeus Mozart sobre un libreto de Lorenzo da Ponte. En ella se cuenta la historia de Fígaro y Susana, criados del Conde Almaviva preparan su boda cuando descubren que su señor quiere restaurar una antigua costumbre feudal, el derecho de pernada. Al momento de componer Las Bodas de Fígaro, Mozart llevaba más de un año en la pequeña pero prestigiosa logia masónica La Beneficencia. En ella se codeaba con ilustres personajes de la época, como el príncipe Carl Lichnowsky y el escritor Caspar Riebeck, cuyos textos contenían una intensa crítica social. Si a esto añadimos que se estrenó tres años antes de la Revolución Francesa y que se basaba en La jornada loca, o La boda de Fígaro del francés Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais, no es extraño ver en la ópera la caída de una aristocracia degenerada representada por el conde de Almaviva y la ascensión de las clases populares representadas por Fígaro.
Su padre, Leopold, había planificado para él un futuro profesional estable como músico al servicio del príncipe arzobispo Colloredo de Salzburgo. Como siempre ocurre con Mozart, su primera relación con el género la tuvo siendo niño, cuando entre julio de 1763 y noviembre de 1766 viajó junto con su padre y su hermana por varias ciudades europeas. Estuvieron más de un año en Londres, donde conoció y entabló amistad, a pesar de la diferencia de edad, con el famoso castrato y compositor Ferdinando Tenducci, con el también castrato Giovanni Manzuoli, y sobre todo, con Johann Christian Bach, el menor de los hijos del maestro de Leipzig, que había sido discípulo del Padre Martini, y al que se conocía como el Bach milanés. Cinco años después, con trece años, partió con su padre desde Salzburgo para iniciar una extensa gira de quince meses por Italia. Pero el joven Mozart le salió rana a su padre y en 1781 se las ingenió para que le despidieran de Salzburgo con una patada en el culo, según sus propias palabras, marchándose a la muy cosmopolita Viena con la esperanza de ganarse la vida.
Como Mozart, Beaumarchais también tuvo una vida agitada. Trabajó como relojero, profesor de arpa, financiero, contrabandista de armas, agente secreto, diplomático, escritor satírico, editor y libretista, además de ser considerado un tipo peligroso debido a sus ideas políticas. Las Bodas de Fígaro fue la segunda de sus tres obras teatrales sobre el conde de Almaviva y su sirviente, el barbero Fígaro, siendo una continuación de la narrada más tarde en El Barbero de Sevilla por Rossini. E igual de peligroso, más fino quizás, era Mozart. De hecho, como ópera buffa abundan los momentos cómicos. Pero también hay momentos donde subyace el mismo mensaje que en los escritos de su amigo Riebeck, un mensaje profundo y reflexivo que nos transmite los ideales de la comedia de Beaumarchais a través de los principios cristiano-masónicos de la fraternidad universal.
Hasta el minuto 3 de este video, podéis disfrutar del bello aria Voi che sapete cantado por la mezzosoprano Kate Lindsey Susana y la soprano Patricia Petibon en el de Fígaro.
Voi che sapete che cosa è amor,
donne, vedete s’io l’ho nel cor.
Quello ch’io provo vi ridirò,
è per me nuovo, capir nol so.
Sento un affetto pien di desir,
ch’ora è diletto, ch’ora è martir.
Gelo e poi sento l’alma avvampar,
e in un momento torno a gelar.
Ricerco un bene fuori di me,
non so chi’l tiene, non so cos’è.
Sospiro e gemo senza voler,
palpito e tremo senza saper.
Non trovo pace notte né dì,
ma pur mi piace languir così.
Voi che sapete che cosa è amor,
donne, vedete s’io l’ho nel cor.
Vosotras que sabéis lo que es el amor,
decidme, mujeres si es lo que siento en mi corazón.
Os diré lo que siento,
para mí es nuevo y no lo puedo entender.
Siento un afecto lleno de deseo,
que tan pronto es placer como un martirio.
Me hielo y luego siento que se me enciende el alma,
y al cabo de un momento me vuelvo a helar.
Busco un bien fuera de mí,
no se quien lo tiene, no se que és.
Suspiro y gimo sin querer,
palpito y tiemblo sin saber.
Ni de día ni de noche encuentro la paz,
y sin embargo me gusta languidecer asi..
Vosotras que sabéis lo que és el amor,
decidme, mujeres, si es lo que siento en mi corazón.