La suite, una forma aparecida en el siglo XVI como una simple agrupación de danzas, adquiriría en los primeros años del XVII un diseño uniforme y coherente de la mano de Paul Peuerl. Publicada en 1611, su colección de danzas populares hubo de evolucionar hasta que, a mediados de siglo, los laudistas franceses escribirían nuevas y refinadas suites de corte aristocrático, por primera vez con la secuencia allemande-courante-sarabande-gigue.
Con todas las piezas escritas en la misma tonalidad, con este esquema clásico, a veces puro, a veces incluyendo alguna variante, la suite se convirtió durante más de un siglo en una de las formas preferidas en la música europea occidental. Músico y profesor en la corte de Luís XIV, Robert de Visée destacó tanto con la guitarra, instrumento para el que escribió dos libros, como con el laúd y la tiorba.