Classical

Sonata sopra la Bergamasca. Salomone Rossi

El baile popular de Bergamo que inspiró al propio Bach.

Debido a su posición privilegiada para el comercio a través del Mediterráneo y la Europa Continental, el norte de Italia gozó durante el Renacimiento de una envidiable posición económica. En este contexto surgió la burguesía mercantil de grandes familias como Médici, Sforza, D’Este, Gonzaga, Aldobrandini, familias que reclutaron intelectuales y artistas que se encargaron de buscar los fundamentos de una nueva cultura. En un ambiente de gran apertura intelectual, aceptaron a muchas de las familias expulsadas de las coronas de los Reyes Católicos en 1492.

Parte de esa tradición artística se materializó en Bergamo mediante el desarrollo de una danza y estilo musical conocidos como la Bergamasca, un baile alegre y festivo cuyo uso se popularizó entre los siglos XVI y XVII. Se trata de una danza de cortejo circular, en donde los hombres dan vueltas hacia delante y las mujeres hacia atrás hasta que la melodía cambia, las parejas se abrazan, giran sus pasos y comienzan otra vez.

Debido a su aire cómico y bufonesco, la bergamasca fue utilizada en la Commedia dell’arte hasta mediados del siglo XVIII, cuando pasó a ser tan sólo un género de música instrumental. No sólo fue muy popular en el norte, sino en toda Italia y de allí pasó a Francia, Gran Bretaña y Alemania, inspirando la Canzon Bergamasca de Samuel Scheidt, la Bergamasca dai Fiori Musicali de Girolamo Frescobaldi, el Aria Sopra la Bergamasca de Marco Uccellini y las Variaciones Goldberg del mismísimo Johann Sebastian Bach. Y por supuesto, también la pieza que proponemos ahora, la Sonata sopra la Bergamasca del compositor Salomone Rossi, apodado el judío.