Después de la derrota de Napoleón en la batalla de Waterloo, sus enemigos -Rusia, Prusia y Austria- con el objetivo de mantener el equilibrio político europeo, crean La Santa Alianza. Una de las resoluciones del Congreso de Viena es que el Reino de Polonia pase a depender de la Rusia del zar Alejandro I, que dota a Polonia de cierta independencia a través de su propia constitución.
Algunos años más tarde, en 1830 se produce la Insurrección de Noviembre, revolución independentista polaca sofocada al año siguiente. En ese momento, Chopin se marcha a vivir a París, donde once años después compondría la Polonesa Opus 53 en la bemol mayor, comúnmente conocida como Polonesa Heroica.
En la Polonesa Heroica, Frederic Chopin relata con el piano el devenir de un pueblo que clama por su libertad. La obra comienza con firmes compases que evocan la frustrada liberación de la Insurrección de Noviembre, pasando inmediatamente a los compases por los que esta obra es mundialmente conocida. Parecen decir ¡Despierta Polonia!, añorando su patria, a la que quiere libre, desde la distancia del exiliado y la nostalgia de la patria perdida, a la nunca regresaría.
Puro romanticismo nacionalista musical, como Dvorak en Chequia, Smetana en Moldavia, Sibelius en Finlandia o Glinka en la propia Rusia. E interpretado por el magistral Arthur Rubinstein.