Classical

Paso a cinco, Giselle. Adolphe Adam

Está inspirada en una obra de Heinrich Heine, el más grande de los poetas líricos del Romanticismo alemán.

En De l’Allemagne, Heinrich Heine recoge una leyenda popular germánica en donde aparecen las Willis, bailarinas nocturnas que, al haber muerto el día antes de su boda, no pueden quedarse tranquilas en sus tumbas sino atraer a los jóvenes con crueles danzas que tan sólo terminaban cuando el hombre fallecía.

Inspirada en esta obra del más grande de los poetas líricos del Romanticismo alemán y con libreto escrito por el poeta, dramaturgo, novelista, periodista, crítico literario y fotógrafo francés Théophile Gautier, Giselle cuenta la historia de una joven y bella campesina en la Renania medieval enamorada de Albretch, un noble caballero comprometido con una dama de su clase que se hace pasar por el plebeyo Loys. El tercero en discordia es Hilarión, un guarda de caza que ama a Giselle e intenta advertirla, aunque ella lo rechaza. Un buen día, Giselle muere de amor por Albretch y este, cuando apenado visita su tumba, es descubierto por las Willis que lo hacen danzar enloquecidamente. A pesar de las órdenes de Myrtha, reina de las Willis, Giselle lo protege hasta la llegada de las primeras luces del día en el que los espectros desaparecen, incluida la propia Giselle que retorna a su tumba para descansar eternamente, liberada por no haber sucumbido al deseo de venganza.

¿Pueden imaginarse el esfuerzo que debe significar para Giselle danzar etérea como una sombra, sin descanso como una Willis, incorpórea como un fantasma?. Por eso la prima ballerina que interprete a Giselle debe poseer el virtuosismo técnico de bailarinas clásicas excepcionales como Fanny Eissier, Anna Pavlova, Alicia Alonso u Olga Spessivtseva, quien fuera reconocida como una de las más sobresalientes Giselle de todos los tiempos.

La música de Adolphe Adam sirvió de fondo a la coreografía creada por Jules Perrot para su esposa, Carlota Grissi, otra de esas bailarinas de excepción. No es de extrañar que el día de su estreno en el Teatro de la Ópera de París cosechara un rotundo éxito.