Que a principios del siglo XX, Bela Bartok escuchara casualmente la canción La manzana roja cayó en el barro interpretada por una campesina, fue el origen de la más completa investigación sobre folklore centroeuropeo realizada hasta el momento. A la postre, esa investigación inspiró muchas de sus obras, porque el mundo de la música clásica y el de la música popular está separado por una delgada lámina que permite la ósmosis entre uno y otro.
Hora Staccato es una pieza para violín de apenas dura dos minutos compuesta por el rumano Grigoras Dinicu para su examen de graduación en el Conservatorio de Budapest en 1906, donde había estudiado con Carl Flesch, el gran pedagogo de este instrumento de cuerda. Apenas contaba 17 años. Así, el que llegaría a ser uno de los más brillantes y virtuosos violinistas del siglo XX, recogía la larga tradición de la intensa música de los gitanos centroeuropeos, reconocimiento que le vino cuando en los años treinta fue nombrado presidente de honor de la Unión General Romaní de su país de origen.
Debido a la complejidad que requiere el manejo del staccato con el arco, interpretar Hora Staccato es uno de los placeres de cualquier virtuoso del instrumento. Así, fue Jascha Heifetz, otro de los más grandes violinistas del siglo XX y del que dicen que había afirmado que el mejor violinista que había escuchado era un gitano rumano llamado Grigoras Dinicu, quien la popularizó, haciendo una transcripción de la obra para violín y piano que fue la que introdujo e interpretó tanto en conciertos clásicos como populares en los cafés y clubs nocturnos de toda Europa.
Heifetz tenía varios violines de gran valor, entre ellos el Stradivarius Delfino de 1714, el Heifetz-Piel de 1731, el Carlo Tononi de 1736, y el Guarneri del Gesù ex-David de 1742. Sabemos que el intérprete de hoy, el violinista canadiense James Ehnes, es el propietario del Stradivarius Marsick de 1715 y que como mínimo tiene garantizado tocar con el Shapiro de Pietro Guarneri de 1689, el Guarneri del Gesù King Joseph y Lord Wilton de 1737 y 1742 respectivamente, el Gasparo Bertolotti Gasparo da Salò de 1560, además de los Stradivari La Pucelle de 1709, Baron Knoop de 1715, Duke of Alba de 1719, Sassoon de 1733 y este, el Stradivarius Baron d'Assgnies de 1713, elegido para deleitarnos con el virtuosismo necesario de Hora Staccato de Grigoras Dinicu.