En 1803, en el monasterio benedictino de la ciudad de Beuern en la Alta Baviera, Alemania, se encontró un rollo de pergamino manuscrito de la primera mitad del siglo XIII que contenía 300 poemas que constituyen la muestra más extensa de la poesía de corte profano en latín medieval y la más importante de la llamada poesía goliárdica.
Los goliardos eran una capa social formada por clérigos errantes de vida licenciosa y desordenada –clerici vagantes-, y por estudiantes de las diversas escuelas y universidades nacidas a lo largo de la Baja Edad Media. A clérigos y estudiantes los unía su amor por la literatura en la que manifestaban su interés por los placeres terrenales y el gozo por lo carnal y la naturaleza, además de la crítica satírica contra los estamentos sociales acomodados, entre los que se encontraba la propia iglesia. Una visión algo distinta de la Edad Media como época oscura, y un anticipo a conceptos como el Carpe Diem o el Locus Amoenus que, desarrollados, causaron tanto furor en la literatura del Renacimiento.
Sin embargo, los textos encontrados, parece ser que fueron obra de poetas cultos con una sólida formación clásica, como demuestra, por ejemplo, la mención a la reina Hécuba, esposa de Príamo, el último rey de Troya antes de la destrucción de ésta a manos de los griegos.
Además de inventor de un famoso método musical para niños, el compositor alemán Carl Orff recopiló 25 de estos poemas en una cantata a la que llamó Carmina Burana -Poemas de Beuern-, con el subtítulo de Canciones Profanas.
Fortuna Imperatrix Mundi
1. O Fortuna
O Fortuna,
velut Luna
statu variabilis,
semper crescis
aut decrescis;
vita detestabilis
nunc obdurat
et tunc curat
ludo mentis aciem,
egestatem,
potestatem
dissolvit ut glaciem.
Sors immanis
et inanis,
rota tu volubilis,
status malus,
vana salus
semper dissolubilis,
obumbrata
et velata
michi quoque niteris;
nunc per ludum
dorsum nudum
fero tui sceleris.
Sors salutis
et virtutis
michi nunc contraria,
est affectus
et defectus
semper in angaria.
Hac in hora
sine mora
corde pulsum tangite;
quod per sortem
sternit fortem,
mecum omnes plangite!
2. Fortune plango vulnera
Fortune plango vulnera
stillantibus ocellis,
quod sua michi munera
subtrahit rebellis.
Verum est, quod legitur
fronte capillata,
sed plerumque sequitur
Occasio calvata.
In Fortune solio
sederam elatus,
prosperitatis vario
flore coronatus.
Quicquid enim florui
felix et beatus,
nunc a summo corrui
gloria privatus.
Fortune rota volvitur:
descendo minoratus;
alter in altum tollitur;
nimis exaltatus
rex sedet in vertice
caveat ruinam!
nam sub axe legimus
Hecubam reginam.
Fortuna, Emperatriz Del Mundo
1. Oh, Fortuna
¡Oh, Fortuna,
como la luna,
de condición variable,
siempre creces
o decreces!
La detestable vida
primero embota
y después estimula,
como juego, la agudeza de la mente.
La pobreza y
el poder
los disuelve como al hielo.
Suerte cruel
e inútil,
tú eres una rueda voluble
de mala condición;
vana salud,
siempre disoluble,
cubierta de sombras
y velada
brillas también para mí;
ahora, por el juego
de tu maldad,
llevo la espalda desnuda.
La suerte de la salud
y de la virtud
ahora me es contraria;
los afectos
y las carencias
vienen siempre como cosa impuesta.
En esta hora,
sin demora,
impulsad los latidos del corazón,
el cual, por azar
2. Lloro por las heridas de la fortuna
Lloro por las heridas de la fortuna
con ojos lacrimosos,
porque la rebelde
me arrebata sus favores.
Es verdad que está escrito
que tiene algunos pelos en la frente;
pero generalmente sigue después
que “la ocasión la pintan calva”.
En el trono de la fortuna
me había sentado yo, elevado,
coronado con las variadas flores
de la prosperidad.
Y en verdad, tanto como florecí
feliz y contento,
después, desde lo más alto, caí,
privado de la gloria.
La rueda de la fortuna gira;
yo desciendo humillado;
otro es llevado hacia lo alto.
Ensalzado en exceso,
el rey está sentado en la cumbre;
pero que esté en guardia contra la ruina,
porque bajo el eje leemos
que la reina es Hécuba.