Classical

Donna Non Vidi Mai, Manon Lescaut. Giacomo Puccini

Considerada una de las óperas clásicas italianas, con ella el músico se abrazó al verismo.

La vida personal y artística de Giacomo Puccini estuvo marcada desde el mismo momento de nacer en una familia de cuatro generaciones de músicos y en una ciudad de larga tradición musical, Lucca. Aunque sus primeras composiciones fueron para órgano en 1876 decidió cambiar de estilo viendo en Pisa una representación de Aida de Verdi. Inmediatamente se trasladó a Milán para continuar sus estudios y dedicar su talento a la ópera. Nueve años más tarde estrenaría su primera ópera, Le Villi, en el Teatro de La Scala, la Meca de la ópera. Fue el comienzo de una incesante evolución que más tarde desembocaría en Manon Lescaut, La Bohème, Tosca, Madama Butterfly o Turandot.

Mientras esa evolución sucedía, Puccini pasó por épocas en las que sufrió verdaderos problemas económicos. Para enderezar su maltrecha economía propuso a su editor una versión de la Manon del compositor francés Jules Massenet, ópera de mucho éxito basada en la novela L'historie du chevalier des Grieux et de Manon Lescaut que muchos años antes había escrito el abate Prévost. El editor se mostró en todo momento disconforme con la propuesta, pero la tozudez de Giacomo lo convenció diciéndole la Manon de Massenet es una trasnochada criatura de peluca empolvada; yo la convertiré en un personaje de carne y hueso. Eso es el verismo, una corriente que a través de la expresión desinhibida de los sentimientos buscaba el realismo crudo de la vida cotidiana. En fin, como dijo Puccini convertir a los personajes en carne y hueso.

Considerado por algunos el máximo representante de la corriente verista, lo cierto es que Puccini fue más allá, entremezclando el verismo con elementos de otras corrientes, según su criterio personal y en función de las necesidades ocasionales requeridas por el drama. Por ejemplo, en Manon Lescaut usaría el reiterado leiv-motiv de Wagner, cuyas óperas pudo conocer asistiendo en 1889 al festival que se celebraba en la sagrada colina muniquesa de Bayreuth. Además, con Manon el compositor italiano establecería una serie de características que se repetirían en sus óperas posteriores, entre ellas, la creación de un nuevo tipo de mujer, la piccola donna innamorata, la mujer víctima cuyas faltas son consecuencia del amor, y por este motivo deben aceptar su destino, generalmente doloroso. No hay más que ver a Manon y compararla con Mimi de La Bohème, Butterfly de Madama Butterfly y Liù de Turandot.

Manon Lescaut fue estrenada en Turín el 1 de febrero de 1893. Resultó un triunfo absoluto. El 31 de julio 1991 en el Hyde Park londinense, Luciano Pavarotti también triunfó. Fue un concierto conmemorativo de sus 30 años en la ópera y cantó, entre otras muchas, un aria del primer acto de Manon, Donna non vidi mai, escena en la que Grieux queda completamente enamorado de la frívola y vanidosa Manon. Dicen las crónicas de la época que desde el verano del flower power de 1969 no se veían un gentío semejante. Entonces fueron los Rolling Stones. Aquel verano fue Pavarotti ante miles de personas, entre las que se encontraban Carlos y Diana de Gales y el primer ministro John Major.