Durante su mandato como Lord Protector de la Mancomunidad de Inglaterra, Escocia e Irlanda, el puritano Oliver Cromwell prohibió la música religiosa y la música instrumental, quedando desmanteladas todas las instituciones encargadas de producirlas. Sin embargo, tan sólo dos años después de su muerte Carlos II desembarcó en Dover con la intención de restaurar la monarquía después de años de exilio y devolver al país las viejas glorias perdidas de la época isabelina y jacobea. Poco tiempo después de que el rey volviese a poner un pie en la ciudad, Londres se había convertido en una de las ciudades más grandes y ricas del mundo, prosperidad que atrajo a músicos de toda Europa. El impacto de las nuevas corrientes interpretativas y el alto nivel técnico de los violinistas que llegaban de Alemania e Italia influyó enormemente en los músicos locales, tanto aficionados como profesionales. Comenzó a editarse música europea, como The Dancing Master de 1651 y The Apollo’s Banquet de 1669, ambos dedicados a danzas y aires populares, las Twelve Sonatas Of Three Parts de 1683 de un Henry Purcell esforzado por llevar a cabo una justa imitación de los más afamados maestros italianos o los dos volúmenes de The Division violin, editados en 1684 con varias reediciones posteriores.
Al igual que otros muchos músicos italianos que abandonaron su tierra para llevar su estilo a países que supieran apreciar sus habilidades, Nicola Matteis fue un compositor menor aunque de considerable popularidad en su tiempo por la técnica y la velocidad –posiblemente consideradas normales en Alemania o Italia- de usar el arco largo, que cambió el gusto inglés de tocar el violín a la francesa hacia una nueva aproximación italiana al instrumento. Muy poco se sabe de los primeros años de vida de este virtuoso violinista, más que nació en Nápoles, pues como napolitano se describe a sí mismo en varias de sus obras. Se sabe que llegó a Inglaterra en algún momento después de 1670 y que tuvo como valedor a un comerciante que le inició en las formas de ganarse el favor de los señores al permitirles que le acompañaran en las veladas de salón. Según el biógrafo Roger North, antes de llegar a Inglaterra viajó a través de Alemania a pie con su violín a la espalda. Su presencia en Londres debió pasar prácticamente desapercibida durante unos años –dicen que por su actitud exageradamente arrogante- hasta que lo descubrió el escritor John Evelyn el 19 de noviembre de 1674. Aquella noche, después de llegar a casa entusiasmado de una velada privada, el cronista anotó en su Diario, He oído a ese estupendo violinista Signor Nicholao quien ciertamente ningún mortal puede superar... pues hizo hablar a su violín como a un hombre. North indica que tocaba su violín muy bajo... contra sus costillas o casi a la altura de su cintura, observando que aquel hombre alto y corpulento empuñaba el arco con el pulgar sobre la vara.
Diverse bizzarie Sopra la Vecchia Sarabanda ò pur Ciaccona es una pieza que se encuentra en el primero de los cuatro libros que Matteis escribió desde 1672 bajo el título de Ayrs For the Violin Preludes Allmands Sarabands Courantes Gigues Diuisions and double Compositions fitted to all hands and Capacities By Nicola Matteis. La obra se compone de una serie de variaciones –Division- sobre el tema de la alegra y optimista danza de la chacona, aunque parezca una triste zarabanda, una prueba muy exigente que consigue superar con creces el violinista Andrew Fouts acompañado por Scott Pauley a la guitarra de quinto orden y Patricia Halverson a la viola da gamba, del grupo Chatham Baroque.