Classical

Danza Húngara nº1. Johannes Brahms

Bach, Beethoven y Brahms forman las tres B, la Santa Trinidad de la música clásica.

En 1853, Brahms inició una gira de conciertos como acompañante del violinista húngaro Eduard Remènyi en cuyo trascurso conoció a Joseph Joachim, otro violinista húngaro que fue quien le presentó a Robert Schumann. Esa coincidencia es la que hace probable que durante esta gira Brahms conociera de cerca la música tradicional húngara, de donde tomaría las referencias básicas para componer sus Danzas Húngaras.

Brahms con Bach y Beethoven forman la Santa Trinidad de la música clásica. A pesar de ser un pianista y compositor romántico, Brahms es el más clásico y conservador de todos ellos. Algunos entendidos dicen que posiblemente porque nunca renunció a la influencia que Mozart, Haydn y Beethoven tuvieron en sus composiciones. Actitud conservadora que, por otra parte, nunca le perdonaron los innovadores de la Nueva Escuela Alemana. Quizás por eso decidió autoexiliarse y quizás por eso en Viena dio vida a lo mejor de todo su repertorio.

Las veintiuna Danzas Húngaras de Brahms son temas de corta duración, compuestas originalmente para piano a cuatro manos, aunque luego arregló trece de ellas para piano solo y para orquesta. Así que siguiendo la forma para las que fueron creadas, para ser tocadas a cuatro manos, os recomendamos la memorable Danza Húngara nº1 de Johannes Brahms tocada para la ocasión por la china Yuja Wang y la georgiana Khatia Buniatishvili.