Las Danzas Eslavas son una serie de 16 obras, agrupadas en dos grupos de ocho cada una -opus 46 y opus 72- encargadas por el prestigioso editor Simrock, el cual conocía a Dvorak gracias a la recomendación de Brahms, amigo y compositor en cuyas Danzas Eslavas se fijó Dvorak para componer las suyas.
Nacido en Bohemia, actual República Checa y por entonces parte del Imperio Austrohúngaro, la obra de Dvorak tiene un marcado aire de inspiración nacionalista a pesar de ser un compositor postromántico de carácter internacional. A través del uso de melodías, ritmos y armonías inspirados en la música folklórica, su música llama a la independencia de su patria sometida por el Imperio, pero también a la emancipación de la música centroeuropea de la presencia omnipresente e influencia de la música romántica alemana. Un posicionamiento irrevocablemente nacionalista que, paradojicamente, hace aflorar la diversidad, que lejos de separar, unifica.
Mientras que mira a las formas clásicas y academicistas de Haydn y Mozart, Dvorak utiliza el folclore, incorporando su esencia sin hacer uso de melodías populares conocidas. En esta ocasión os proponemos disfrutar con la Danza Eslava nº 4 opus 46, de nombre vernáculo Sousedska, con un concierto de la Orquesta Filarmónica de Israel dirigida por Wolfgang Sawallisch.