Classical

Danza Eslava nº 1, Opus 46. Antonín Dvorak

Es uno de los grandes compositores de la segunda mitad del siglo XIX.

Nacido en la República Checa, la obra de Dvorak tiene un marcado aire de inspiración nacionalista a pesar de ser un compositor postromántico de carácter internacional. A través del uso de melodías, ritmos y armonías inspirados en la música folklórica, su música llama a la acción, al combate, a la independencia, tanto de la tierra – en su caso Bohemia- como de la tiranía ejercida por la música romántica alemana.

Las Danzas Eslavas son una serie de 16 obras, agrupadas en dos grupos de ocho cada una -opus 46 y opus 72- encargadas por el prestigioso editor Simrock, el cual conocía a Dvorak gracias a la recomendación de Brahms. Precisamente Dvorak se fijó en las Danzas de Brahms para componer sus Eslavas, aunque no hizo uso de melodías populares conocidas, sino que incorporó su esencia.