Classical

Concierto para violín op. 61, III. Rondo. Ludwig van Beethoven

Considerado por muchos como el más grande de todos los conciertos para violín.

Cuando Beethoven contaba con 36 años, en 1806, el teatro más importante de Viena daba un concierto a beneficio de Franz Clement, director de orquesta y solista de violín muy famoso.

La leyenda cuenta que Beethoven trabajó en el concierto hasta última hora. De hecho, escribió dos versiones distintas de la parte solista. El día del estreno, el 23 de diciembre de 1806, Clement tocó la obra en dos partes, primero, el movimiento inicial y después, un interludio en el que Clement tocó con virtuosismo algunas piezas, incluyendo una escrita para una sola cuerda del violín. Tan sólo después tocó los otros dos movimientos del concierto de Beethoven.

Si bien existen los conciertos de violín de Brahms, Bruch, Mendelssohn, Tchaikovsky y Paganini –entre muchos otros-, el Concierto para violín de Beethoven está considerado por muchos como el mejor de todos los conciertos para violín jamás escrito y una de sus obras más notables.