Haydn fue uno de los compositores más prolíficos del siglo XVIII y quien llevó la sinfonía, de las que escribió 104, a las más altas cotas de la exquisitez. De hecho, no en vano se le reconoce como El Padre de la Sinfonía. Pero también fue un prolijo compositor de obras concertantes, innumerables sonatas, 68 cuartetos de cuerda, dos excelentes conciertos para corno, un concierto para flauta, un atribuido concierto para oboe, dos magníficos conciertos para cello, el mejor y más popular concierto para trompeta creado jamás, a parte de dos grandes oratorios, tríos para piano, piezas de cámara, óperas y obras religiosas.
El violín jugó un papel muy importante en la vida de Joseph Haydn. De hecho, además de ser el compositor de cuatro conciertos para este instrumento, él mismo fue un magnífico concertista de violín. Por eso, cuando Mozart le dedicó seis de sus cuartetos, los interpretaron los dos, Haydn tocando el violín y Mozart, del que sabemos odiaba el violín, la viola.
El Concierto para violín nº 1 es el más conocido y popular de los cuatro emblemáticos conciertos para violín que compuso. La fecha exacta de la composición continúa siendo un misterio, pero si tenemos en cuenta que de este concierto, el propio Haydn escribió Concerto peri l Violino fatto peri l Luigi, podemos deducir que fue escrito entre 1761 y 1765, cuando Haydn era Maestro de Capilla de la familia noble Esterházy, y el reconocido violinista Luigi Tomasini, el primer violín de la orquesta de la misma corte.
Es una buena oportunidad deleitarse con el primer movimiento, Allegro Moderato, del Concierto para violín nº 1 interpretado por la Orquesta de la Academia de St.Martin in the Fields, con el gran cellista Mstislav Rostropovich como solista y director.