El alemán Georg Philipp Telemann (1681-1767) es probablemente, al menos así lo dice el Libro Guiness de los Records, el autor más prolífico de todos los tiempos, tanto que él mismo nunca fue capaz de contar el número de sus propias composiciones. Amigo de Bach y Handel, su obra quedó un tanto ensombrecida por estos hasta principios del siglo XX, cuando se recuperó el interés por su obra hasta convertirlo en uno de los imprescindibles, interés, entre otras cosas, suscitado por el rescate de instrumentos barrocos, hasta entonces un tanto denostados, como la trompeta.
Entre ellas se encuentra el Concierto para trompeta y órgano, pieza de indudable belleza y exigencia técnica que sólo puede abordarse contando con seguros instrumentistas como son el trompetista Vedran Kocelj y el organista Pavao Masic.