La ópera Orfeo y Eurídice fue compuesta por Christoph W. Gluck en colaboración con el libretista Raniero di Calzabigi, pareja que se hizo famosa por sus óperas de reforma. Estrenada en Viena en 1762, en ella se reúnen todos los elementos de la reforma que ellos proponían y que años más tarde desplegarían en Alceste.
Con las óperas de reforma suprimirían todo lo superfluo, incluidas las escenas, los personajes y los adornos de la melodía que pudieran dificultar la comprensión de la obra. La música, como en el Renacimiento, acompaña al texto y no al revés como sucedía en el Barroco. Además, dejan de producirse interrupciones en el discurso, enlazando las escenas unas con otras unidas mediante el recitativo acompañado, un recitativo en el que puede participar toda la orquesta, frente al recitativo secco, en el que la voz es acompañada tan sólo por un instrumento.
Así, el mito de Orfeo propuesto por Gluck y Cazalbigi adquiere una nueva dimensión. Al suprimir muchos episodios y personajes innecesarios, el tema queda mucho más claro y el elenco reducido a tres protagonistas. Además, éstos se alejan de la rigidez y la severidad para hacerlos cercanos, personas de carne y hueso que expresan con transparencia sus sentimientos acompañados de una melodía continua y simplificada. Coherente con las ideas racionalistas, el nuevo concepto de Orfeo y Eurídice fue acogido muy favorablemente por el público ilustrado, que fue alejándose de los cánones de la ópera italiana seria.
El aria Che faró senza Euridice es la escena que abre el acto III. En ella un desconsolado Orfeo canta con sentimiento trágico la muerte por segunda vez de Eurídice. El papel de Orfeo fue escrito originalmente para castrato, posteriormente cambiado al de tenor en la versión modificada para su estreno en París. Ahora, lo habitual es que el papel lo represente una mezzosoprano que, como Jennifer Larmore, canta…
Che farò senza Euridice?
Dove andrò senza il mio ben?
Che farò? Dove andrò?
Che farò senza il mio ben?
Dove andrò senza il mio ben?
Euridice!... Euridice!
Oh Dio! Rispondi! Rispondi!
lo son pure il tuo fedele.
Che farò…
Euridice... Euridice!
Ah! non m'avanza
Più soccorso, più speranza,
Né dal mondo, né dal ciel!
Che farò senza Euridice?...
¿Qué puedo hacer sin Eurídice?
¿A dónde ir sin mi amor?
¿Qué puedo hacer? ¿A dónde ir?
¿Qué puedo hacer sin mi amor?
¿A dónde ir sin mi amor?
¡Eurídice! ¡Eurídice!
¡Oh dios! ¡Contéstame! ¡Contéstame!
Pues yo soy tu fiel esposo.
¿Qué puedo hacer…
¡Eurídice! ¡Eurídice!
¡Ah! ¡No recibo
ya socorro ni esperanza
de la tierra ni del cielo! .
¿Qué puedo hacer sin Eurídice?...