En una brevísima información oficial diré que "Ah! Mio cor!" es un aria de la ópera Alcina de George Frideric Handel. Se estreno en Londres en 1735 y está basada en Orlando furioso de Ludovico Ariosto.
Por razones obvias, no se como la cantaría Anna Maria Strada del Po el día de su estreno, pero si se como la han cantado Joan Sutherland, Cecilia Bartoli, Magdalena Kozená o Renée Fleming. Y sin ningún género de dudas, cantada por sopranos o mezzosopranos, Ah! Mio cor! es una de esas inmortales joyas de la generalmente poco conocida ópera barroca.
En un futuro será momento de traer alguna de esas interpretaciones. Pero lo que hoy nos trae aquí es uno de esos momentos de duda, lo ponemos/no lo ponemos, un lento y fatigoso desojar la margarita ante el temor de ser considerado un friki. Ah! Mio cor!, el de la Alcina de George Frideric Handel, no cantada sino interpretada por el único instrumento que se toca sin tocarse. Después de alguna que otra preocupación, es el momento de explicarse.
A muchos no os sonará su nombre, Theremin, pero seguro que recuerdan el extraño sonido que envolvía la llegada del gigantesco robot de Ultimátum a La Tierra o los brotes psicóticos de Gregory Peck en Recuerda, de Alfred Hitchcock. ¿Voy bien?. El Theremin se considera el primer instrumento electrónico y tiene el honor de ser el único instrumento que existe que se toca sin tocarse. El nombre del instrumento proviene del apellido de su inventor, un físico y chelista ruso llamado Lev Sergeivich Termen, que tras una visita a Francia adaptaría su nombre -algo muy del gusto de la época- y desde entonces fue conocido como Léon Theremin. Lo inventó en 1919, inmediatamente después del nacimiento de la Unión Soviética y siguiendo la consigna formulada por Lenin de que el comunismo es los soviets más electricidad. El sonido, entre el de un violonchelo y la voz humana, se genera manipulando el campo magnético generado entre dos antenas. La izquierda es horizontal y, además de controlar el volumen acercando o alejando la mano, permite articular las notas; la derecha es vertical, y se encarga de controlar el tono.
Así que carente de referencias físicas sobre las que pulsar, soplar o golpear, el Theremin es, también, uno de los instrumentos más difíciles de afinar y tocar. Lo que no ha sido impedimento para que grupos de pop-rock como los Led Zeppelin, Pink Floyd, los Rolling Stones y más recientemente Portishead, entre otros muchos, lo hayan utilizado en sus composiciones.
Y aunque no esté al alcance de Sheldon Cooper si lo está, y mucho, del señor Mano Divina y su Divine Hand Ensemble que interpretan Ah! Mio cor! con Theramin y una orquesta de cámara barroca al completo. Óiganlo y decidan si es friki o no lo es. ¿Qué diría Handel si levantara la cabeza?.