Decoración

Connel coffee, el café diseñado por Nendo en Tokio

Las líneas depuradas de Nendo tratan con la calidez y naturalidad de la madera el interior de un café que mira de frente a la naturaleza.

Viajamos hoy a Tokio para acomodarnos en uno de los cafés más bellos del mundo, Connel Coffee; se trata de un espacio único por su ubicación, sus vistas y su último interiorista... Nendo.

Antes de que Nendo recibiera el encargo de reinventar este delicioso café -cosa que hizo de sus suelos y muebles hasta sus tazas- el espacio estaba lleno de posibilidades: el edificio que acoge este delicioso café es uno de los más emblemáticos de Tokio, se trata de Sogetsu Kaikan cuyo arquitecto, allá por los años 70, fue uno de los más reconocidos del mundo: Kenzo Tange.

Claro que las posibilidades que ofrecía el espacio no se debían al soberbio edificio de Tange en exclusiva, también a su entorno, está ubicado junto al Memorial que recuerda al Primer Ministro número 20 de Japón, Takahashi Korekiyo y el jardín de piedra, obra de Isamu Noguchi, escultor y diseñador de doble nacionalidad -japonesa por su padre y americana por su madre- y responsable además de obras como el Jardín de la Paz en la sede de la UNESCO.

En ese rincón del mundo y en un edificio tan emblemático sólo un diseñador de la talla de Nendo podía recrear un espacio que no sólo no hiciese de menos su entorno sino que lo engrandeciera; el diseñador japonés respetó las paredes y los techos del espacio y los mantuvo tal y como estaban antes de su desembarco en el edificio, sus cambios comenzaron por el suelo, siguieron por los muebles que parecen emanar de él y terminaron en los detalles más sencillos y sugerentes, cosas como las propias tazas de café o los carteles de 'reservado' de las mesas o el accesorio para agitar el café, que es de estaño, y se modifica con el uso.

Nendo ha ido más allá del interiorismo, se ha ocupado también del nombre del café -Connel- y de su logo haciendo de él la firma de un trabajo excepcional. Visita la galería que ilustra esta noticia y descubrirás que no exageramos en absoluto...