Viajar

Un baño de cerveza

El centro de Praga acoge un spa muy especial, en el que la piel se cuida con cerveza a 36 grados de temperatura.

¿Sabía que el consumo moderado de cerveza ayuda a reducir el colesterol y retrasar el envejecimiento? Con este punto de partida terapéutico, además de otros beneficios saludables de la bebida espumosa más internacional, como que es rica en vitamina B, han creado en Praga un spa muy especial: el Pivní Lázně. Gestionado por la firma Bernard, en sus instalaciones han sustituido el agua termal por uno de los productos más apreciados por los checos: su cerveza.

Que se haya creado en Praga no es una casualidad. Los checos son los que más cerveza beben en el mundo, con más de 30 litros 'per capita'. Además, en el país centroeuropeo se produce cerveza en 50 fábricas a gran escala, además de en 21 minicervecerías que también hacen las veces de restaurantes. Entre éstas últimas, la más conocida es la U Fleku, donde se cuece 'zumo de cebada' desde 1499.

En el pequeño spa de Bernard, situado en pleno centro histórico de Praga, es posible darse un baño en cerveza, sólo o acompañado, así como disfrutar de una buena jarra (o dos, o tres... el consumo es ilimitado) mientras la piel goza de los efectos suavizantes y energizantes del lúpulo de la cebada. Además, saldrá con una mejor circulación gracias a los efectos positivos sobre el sistema bascular. Bastan 30 minutos en una bañera a 36 ºC. El precio, a partir de 100 euros por persona y, al finalizar, además de una botella especial de cerveza, es posible adquirir cosméticos realizados también con esta bebida, de la firma Saela.

Una forma diferente de relajarse tras un día de caminata descubriendo los secretos de las centenarias calles de Praga.