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St. Moritz cumple 150 años de lujo blanco

La estación invernal suiza celebra siglo y medio de vida con paquetes exclusivos de vacaciones.

Corría el año 1864 cuando el británico Johannes Badrutt convenció a sus amigos para disfrutar del pequeño pueblo de St. Moritz, en los Alpes Suizos, durante el invierno. Siempre lo habían hecho en verano y, para convencerles, se ofreció a pagar de su bolsillo el coste del viaje en el caso de que no les hiciera sol.

La fortuna quiso que el astro rey brillara y que, desde entonces, la aldea, que en 1830 apenas contaba con 200 habitantes, se convirtiera en epicentro del lujo invernal. Hasta entonces, St. Moritz era muy conocida, especialmente por sus aguas termales, reconocidas ya en época romana y que atrajo a mucha gente durante el medievo. Eso sí, cuando la climatología era poco adversa.

En este siglo y medio, la aldea dejó de serlo y es una ciudad de servicios que ha hecho del lujo su mejor acompañante y santo y seña. Además, albergó dos Juegos Olímpicos de Invierno, los de 1928 y los de 1948, siendo la única estación suiza en poder presumir de ello. Su fama es tal que tuvieron que registrar el nombre para protegerla en más de 50 países.

Situada en medio de los Cuatro Valles, fueron los miembros de la caballería británica quienes, por su afición al polo sobre nieve, le dieron esa pátina de lujo. Hoy se sigue jugando, en campeonatos mundiales incluso, y con jugadores y espectadores que se hospedan en algunos de los hoteles más lujosos del mundo, con tiendas efímeras de las principales firmas.

Para celebrar el aniversario, hoteles como el Badrutt's Palace han creado paquetes especiales de una semana de duración que, además de los pases para la estación y sus noches de hotel incluyen cenas en algunos de los restaurantes más emblemáticos de la zona. Además, se ha creado un aroma oficial del cumpleaños, la fragancia 'Inviern', que se puede disfrutar en forma de vela para el hogar y en mikado.

Y para nostálgicos, han puesto a la venta una colección de carteles antiguos de turismo invernal de St. Moritz. Es la primera vez que se reeditan y esperan que sea el souvenir de moda de la próxima temporada de esquí. Eso sí, para los impacientes, ya están disponibles.