Viajar

Real Posada de San Salvador, un hotel con alma de música

Y una colección de instrumentos raros y antiguos.

La Real Posada de San Salvador, situado en la villa medieval de Atienza, (Guadalajara) es uno de esos pequeños rincones que se esconden en Rusticae. Coqueto y encantador, el hotel dispone de tan solo 7 suites, que hacen de cada estancia una experiencia más auténtica y exclusiva aún. El edificio que alberga la Real Posada es una antigua construcción del S.XVIII, que ha sido rehabilitada con cuidado y convertida en hotel gracias al acertado criterio de su propietaria Marta Peral, que se ha encargado de todos y cada uno de los detalles.

Este hotel con encanto tiene su alma en la música. Esta temática se evidencia en sus habitaciones, dedicadas cada una de ellas a un compositor clásico. Y esto no es casualidad en absoluto, ya que si hay algo especial en este hotel que le hace diferente de todos los demás, es su museo que alberga una impresionante colección de instrumentos musicales, y que está disponible en exclusiva para los huéspedes del hotel.

¿Y cuál es el origen de este original proyecto?

Tal y como nos cuenta la propia Marta, su nacimiento se debe al "AMOR" así, con mayúsculas. Este es el Amor que ella sintió por su marido Alfonso y el que él sintió toda su vida por la música. Compartieron esta pasión que les llevó a recorrer juntos el mundo buscando los instrumentos más raros y antiguos, logrando reunir finalmente esta espectacular colección. De este trabajo minucioso ha surgido un conjunto de piezas seleccionadas con mimo, que reflejan distintas épocas y culturas, diferentes técnicas de ejecución, variados sonidos, cuerdas, maderas, policromías…

Todas la colección se recoge en un catálogo donde se explican los orígenes y las características de las todas piezas expuestas y que está a disposición de los visitantes. Cada instrumento de esta colección es reflejo de un proceso de creación artesanal y único y nos ofrecen la increíble posibilidad de tocar con los dedos la historia que hay detrás de la sociedad que las creo.

Aunque Alfonso hace tiempo que ya no está, Marta ha continuado con la misma ilusión, pasión y AMOR con este proyecto de vida, dando al viajero la posibilidad de recorrer su particular itinerario cultural a través de esta colección de instrumentos que no ha hecho sino aumentar el interés de la Villa de Atienza.