Inspiraron a Stevenson para escribir Los Mares del Sur, a Herman Melville, Paul Gauguin buscó en ellas una inspiración que no encontraba entre la bohème parisien y se quedó para siempre, igual que lo hizo el cantante belga Jacques Brel. Son las Islas Marquesas uno de los mejores lugares para experimentar ese sentimiento de estar lejos tan necesario en algunas ocasiones.
Son las últimas islas de los Mares del Sur. Misteriosas, encantadoras y hermosas sin duda; plenas de mitos y leyendas, es el archipiélago que está más alejado de un continente. Cada cuatro años, fieles a la memoria de sus ancestros celebran el Festival de las Artes y Culturas Tradicionales, un encuentro único, para mantener viva su identidad y la tradición de dar las gracias a los dioses por las nuevas cosechas, los nacimientos y para acompañar el rito alrededor de la muerte.
La octava edición gira en torno a la tradicional figura de “El Aprendiz”, y durante cuatro días el visitante podrá observar la riqueza del patrimonio cultural polinesio a través de danza, exposiciones de artesanía o escultura, degustaciones gastronómicas, actividades lúdicas y deportivas como lanzamiento de jabalina, fabricación de canoas o armas tradicionales, demostraciones de ‘totoko’ -batallas sobre zancos-,
Las delegaciones de Islas del Pacífico como Nueva Caledonia, Nueva Zelanda o Hawai están invitadas a compartir el patrimonio cultural indonesio y participan con muestras juegos y competiciones.
No encontrareis en ellas aguas turquesas ni arenas blancas, ni pausa, ni siesta, ni corales; no son un Edén, son la manifestación brutal y desenfrenada de la naturaleza, la belleza en su estado más descarnado, más volcánico, más agreste. Y por tanto hermosas y seductoras.
¿Alguna razón más por la que deberíamos estar allí?
Es uno de los destinos más fascinantes del mundo.