Hotel Mas Roselló. De Rusticae
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La nueva vida de Mas Roselló

Este mes de mayo Mas Roselló arranca una nueva vida como hotel con encanto de Rusticae.

No se sabe exactamente la edad que tiene el edificio de Mas Roselló. Pero esta masía catalana tradicional sí tiene certeza de su existencia como mínimo, desde el año 1733, gracias a una inscripción en un depósito de aceite ubicado en la cocina. Sin embargo, ahora su contador se vuelve a poner a cero, porque en este mes de mayo Mas Roselló arranca una nueva vida como hotel con encanto de Rusticae. Echando un vistazo a los alrededores de la casa no extraña cómo Nathalie, su gestora, quedó prendada de la zona y después de más de un año y medio de reformas se ha decidido a compartirla con el mundo.

Una finca de cuatro hectáreas rodea el edificio con brazos de naturaleza, especies autóctonas y árboles frutales. Las líneas arquitectónicas tras la rehabilitación respetan la tradición catalana y cada rincón de sus habitaciones y salas comunes tienen un detalle decorativo muy personal. Algunas de ellas, de hecho, tienen una terraza privada con vistas a La Garrotxa o los jardines y piscina. Todo es silencio y tranquilidad. En los días de frío, el recogimiento está en el salón, iluminado por una chimenea de leña y acompañado por una biblioteca centenaria. Si el tiempo acompaña, las hamacas de su solárium son el escenario de largas sesiones de Sol y lectura al aire libre.

Mas Roselló es de esos rincones que lo tienen todo: la playa y la montaña. A escasos tres kilómetros está el litoral de la Costa Brava, una región excelente para disfrutar del mar en lugares imprescindibles: las Islas Medes, las Calas de Begur, la Calella de Palafrugell o las villas medievales de Pals y Peratallada. Además, culturalmente está situado en una posición estratégica para conocer el Triángulo Daliniano; los museos Arqueológico, de Arte, de Historia, de la Catedral y del Cine, entre otros.

Y si estamos hablando de Girona, no puede faltar un espacio para la gastronomía. Mas Roselló no cuenta con un restaurante dedicado pero sí sirve cenas sencillas protagonizadas por la cocina tradicional de mercado y los platos mediterráneos. Destacan especialmente los desayunos, que sirven hasta bien entrada la mañana en el comedor, en el jardín o en la propia habitación. Repostería, mermeladas caseras, quesos y embutidos, huevos a la carta y zumos naturales para dar y recibir los buenos días…¡Buenos días Mas Roselló!