Viajar

La Casa de los Tomillares

Nuestra casa de campo en la sierra de Gredos, para gente a la que no le gustan los hoteles.

Podemos decir que Candeleda, en Ávila, es un paraíso natural al pie de la Sierra de Gredos. Su situación estratégica en la encrucijada de las provincias de Toledo, Cáceres y Ávila hacen que sea un destino siempre cercano y apetecible. Al norte, la sierra de Gredos, y al sur, el río Tiétar, nos regalan un paisaje privilegiado en el que la naturaleza varía desde las altas cimas pedregosas, a los encinares y robledales frondosos. Este es sin duda, gracias a su fauna, un lugar perfecto para los birdwatches o amantes de la observación de los pájaros.

Nevegando por el Valle del Tiétar y en la cara sur de Gredos, encontramos La Casa de los Tomillares, un hotel de verdadero encanto con alma de auténtica casa de campo. Este hotel de Rusticae es un lugar lleno rincones especiales, fruto del trabajo minucioso que durante años ha realizado su propietaria, y del que ha surgido un espacio casi mágico en el que aislarse del mundo, envueltos por un ambiente de paz y tranquilidad. Las maravillosas vistas del pico Almanzor, el más alto de la Sierra de Gredos, nos acompañan desde cualquiera de los rincones del hotel donde la elegancia y sutileza de su decoración consigue impregnarlo todo con un halo de calidez que nuestros sentidos reconocen como 'hogar'.

Cada una de sus ocho habitaciones, todas con vistas al jardín y decoradas de forma diferente con muebles antiguos franceses, se visten con preciosas telas, sábanas de algodón egipcio y magníficas camas king size que nos hacen entender a la perfección esa frase que cita "estar a cuerpo de rey". Casi todos los muebles del hotel están a la venta (y no porque quieran deshacerse de ellos). La explicación es sencilla: su propietaria, anticuaria y decoradora desde hace 22 años, quiere hacernos sentir "como en casa". De su minucioso trabajo ha surgido este espacio que intenta ofrecer a cada huésped una sensación de lujo y confort haciéndoles sentir que están en su propia casa de campo, con todos los detalles y lujos propios de un gran hotel. Y aunque suene como extraño, La Casa de los Tomillares es un hotel para la gente a la que no le gustan los hoteles.

Y como cita nuestra última frase, este es un lugar para disfrutar más allá de sus instalaciones: un picnic en un rincón de la preciosa la finca o relajarnos y descansar al borde de la piscina, cualquier opción es buena para disfrutar de Candeleda y de la Sierra de Gredos. Pero no es todo, el restaurante de este hotel Rusticae en Ávila es uno de los aspectos mas exclusivos de la casa. De cocina tradicional con un toque innovador tanto en elaboración como en presentación, los productos de temporada y de mercado se disputan el protagonismo con los dulces y postres cuidadosamente elaborados en la casa, donde priman el mimo y buen gusto: cakes, pastas o macarons que no nos dejan dudas de que éste es nuestro lugar. ¡Bienvenido a casa!