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Wakaya Club, descanso en una isla del Pacífico Sur

Apenas 10 habitaciones componen este resort en una isla a 40 minutos de Fiji en hidroavión.

La historia del Wakaya Club ha estado siempre ligada a la de la isla de la que toma su nombre. Situada en el archipiélago de Lomaiviti, a unos 40 minutos en hidroavión de Fiji, este refugio de la Polinesia, es mucho más que una gran isla privada de 8 kilómetros cuadrados. Su dueño es David Gilmour, que la compró en 1973 con el dinero que le reportaban sus explotaciones de minería de oro y que posteriormente crearía la firma de agua mineral Fiji. Él se encargó de acondicionarla, construyendo carreteras, una reserva de agua potable, una marina, colegio, iglesia... y un resort de lujo compuesto exclusivamente por 10 bungalows, en el que trabajan 300 personas.

A pesar de lo que pueda parecer, solo el 10% del territorio de Wakaya está modificado, permaneciendo el resto virgen para que los afortunados que puedan desplazarse hasta aquí para unas vacaciones en el paraíso puedan estar en contacto con la naturaleza. El Club & Spa se encuentra en la parte occidental de la isla, beneficiándose en su costa de la protección que ejerce una barrera de coral sobre la zona, así como de las lagunas de azul intenso que se forman y de las playas de arena blanca.

Cada uno de los bungalows destaca por su amplitud y comodidad (todos superan los 150 metros cuadrados). Aunque la idea es disfrutar de los jardines tropicales, la playa y el océano, no es menos agradable quedarse y disfrutar de grandes salones de decoración polinésica, funcional y sencilla, con vistas a la playa. Además, se ofrece una restauración en consonancia, es decir, local y orgánica, con muchas verduras de los huertos locales y dle propio complejo, así como carne de granjas de la isla y vecinas, que incluye desde huevos frescos puestos el mismo día a ciervos (criados allí); y pescado, claro, especialmente atún, walu y mahimahi.

El Breeze Spa es la 'niña bonita' del complejo. La idea es devolver a cuerpo y mente una paz única, de ahí que los tratamientos destaquen por su serenidad, en un entorno natural alejado de los bungalows y junto a una laguna. Masajes shiatsu y técnicas suecas se unen a termas especiales de agua salada; así como a opciones como exfoliaciones por envoltura, o menús especiales desintoxicantes.

El resort forma parte de la Geoffrey Kent Private Collection, el grupo de hoteles de lujo y residencias ubicados en islas privadas de todo el mundo, un sello exclusivo que garantiza la máxima exquisitez en cada servicio. Gozar de él es posible a partir de 2.645 €/noche (todo incluido).