En ocasiones, la grandeza y majestuosidad de los monumentos de una ciudad como Sevilla, que derrocha cultura e historia por sus cuatro costados, nos impiden disfrutar de las pequeñas cosas que están ahí, a cada paso, en cada esquina. Quizá pasen inadvertidas, quizá no aparezcan en los top 5 de visitas obligadas, pero lo cierto es que derrochan encanto. Mucho. Sobre todo si visitamos una ciudad en pareja, de forma express o si ya lo hemos visto todo pero queremos seguir saboreando la escapada.
Y así, paseando entre estrechas callejuelas y callejones bañados del colorido de las flores que asoman de los balcones, se encuentran preciosas casa palacio, o palacios convertidos en casa, casas para el visitante claro. Fuera lo que fuese, es el caso del Corral del Rey, una casa palacio del siglo XVII cuidadosamente restaurada y transformada en un coqueto hotel boutique.
La ubicación es inmejorable, pues se encuentra en el corazón de Sevilla, a cinco minutos a pie de la Catedral y a 10 de la Giralda. La casa destaca por el atrio del patio central, las columnas de mármol de estilo romano, las vigas originales de madera tallada y la piscina en la azotea del edificio de enfrente. Sí, en frente, porque las habitaciones, que son 13, de esta estancia se reparten entre dos espacios. Algunas de ellas tienen terraza privada e incluso una pequeña piscina.
Kuky Mora-Figueroa se ha encargado de poner su sello personal en la decoración de las habitaciones, creando un estilo ecléctico que mezcla lo antiguo y lo moderno. Así introduce piezas de antigüedades en detalle como los cabeceros, las ventanas o el mobiliario en general.
Cuando se habla de casas palacio en Sevilla, se habla de leyendas o historietas acerca de los que las habitaron. Pero alojarse en el Corral del Rey, ganador en 2013 del Premio Mundial de Hotel Boutique, puede ser una realidad. Una realidad al alcance de bolsillos tan generosos como los 300€/noche en habitación superior o los 500€/noche en la Penthouse.
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