Rodeado de un exuberante bosque tropical y dos parques naturales protegidos, en una de las laderas del norte de Camboya, se encuentra el Royal Angkor Resort, un cinco estrellas que ofrece a sus huéspedes seguir los pasos de los antiguos jemeres, eso sí, con el mejor servicio (lo que se suele conocer por 'lujo asiático').
A cinco minutos del aeropuerto de Siem Reap y de los templos de Angkor Wat, el complejo ocupa cinco hectáreas. Consta de 119 habitaciones, siendo doce de ellas de inspiración japonesa, de un estilo Sakura en la que los muebles están hechos a mano y en las que no falta un jacuzzi. Su oferta gastronómica es bastante amplia, sobre todo si tenemos en cuenta la complejidad de la localización del hotel. De entre los cuatro que posee, dos llaman la atención: un restaurante internacional, el Garden Café, y uno de cocina local, el Royal Court. Por supuesto, no falta el bar junto a la piscina (ésta, por cierto, de 35 metros de largo) ni una coctelería desde la que ver la puesta de sol.
A cinco minutos de la recepción, para los días que no se quieran realizar excursiones, el hotel propone jugar unos hoyos en su campo de golf, diseñado por Nick Faldo y con 18 hoyos repartidos en colinas onduladas. Y si hay tiempo, un spa terminará de lograr el descanso deseado por los huéspedes. A partir de 125 €/noche, poco es comparable a este paraíso.
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