La plaza de Armas es una de las más emblemáticas de la ciudad de Luxemburgo. Con edificios señoriales y coquetas terrazas, se encuentra entre las preferidas por sus habitantes y por los que visitan el pequeño Gran Ducado. En su número 18 se encuentra uno de esos hoteles boutiques que no pueden hacer otra cosa sino convertir en hedonista eterno al que tiene la suerte de pernoctar en él. Se trata del cinco estrellas Le Place d’Armes, con 28 habitaciones (diez de ellas, suites).
Situado en un edificio del siglo XVIII, preside la plaza, por lo que es fácil oír los conciertos que amenizan el verano luxemburgués en este rincón de la ciudad medieval. Además, el edificio se ha reformado de modo que no falte ningún adelanto ni comodidad extra, al tiempo que se ha respetado el estilo modernista para no perder el gusto clásico y elegante de otras épocas. Esto se aprecia sobre todo en su restaurante gastronómico La Cristallerie, con vidrieras de colores de estilo art nouveau y un menú de temporada (desde 26 €/comensal).
No es el único restaurante. A pesar de ser un hotel pequeño, cuenta también con Plëss, una brasserie de estilo parisino en el que degustar pequeños platillos franceses (menú a partir de 36 € por persona).
En las habitaciones, decoración sencilla en tonos neutros y mucho espacio para poder sentirse cómodos. Grandes camas dan la bienvenida y los detalles barrocos de la decoración le dan un aire decadente y vanguardista. Si se puede, no deje de pedir la suite abuhardillada. Todo un lujo. A partir de 330 €, un Relais & Châteaux a su disposición.
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