Waiheke es la joya de las islas que pueblan el golfo de Hauraki. Este rincón del norte de Nueva Zelanda es accesible en ferry, un viaje de poco más de media hora desde la ciudad de Auckland, y hasta aquí acuden muchos neozelandeses en busca de un tiempo mucho más benigno, con más horas de sol y, sobre todo, la oportunidad de disfrutar de un auténtico paraíso a tan solo un paso de sus casas. Sin embargo, no solo se trata de un destino de fin de semana, en la isla se encuentran algunos de los mejores resorts de lujo del país y, entre ellos, destaca el Delamore Lodge, todo un cinco estrellas.
Situado en la bahía de Owhanake, en uno de los recodos del extremo occidental de la isla, sus vistas son, sencillamente, magníficas. Al estar levantado sobre una de las colinas de la costa, domina fácilmente el manto turquesa a sus pies, un remanso de paz en comparación con el interior del mar, y que siempre tiene pequeños barcos de recreo anclados plácidamente.
Lo que es en sí el Lodge se inspira en una mezcla de arquitectura mediterránea y aborigen local, por lo que el huésped tiene ante sí una simbiosis rara de terrazas con un uso diferente de la madera y la roca. Algunas dependencias, como la boutique del resort, son, de hecho, todo un guiño a la cultura maori. Esta en concreto tiene la forma de un anzuelo de pesca tradicional. Y su zona de encuentro es un pabellón al que han llamado 'Wharenui', que significa, literalmente en maorí, 'importante casa de encuentro'.
Por cierto, que esta es el epicentro del lounge, con una amplia terraza y, sobre todo, una gran piscina de arquitectura infinita rodeada de rocas y plantas tropicales. A esto hay que añadir, dentro de la gran zona común central, un jacuzzi, una sauna y una bodega en la que descansan antes de ser descorchadas un buen número de botellas de las mejores añadas. Se sirven luego en el restaurante Fresh, donde el chef Aaron Smith crea platos con productos locales, especialmente pescado y verduras. Todo servido con un gusto exquisito, a la altura del cinco estrellas en el que se encuentra ubicado.
Delamore Lodge se divide en cuatro suites y un apartamento de dos dormitorios. Cada uno de ellos cuenta con su propio patio privado y los huéspedes tienen acceso a una completa biblioteca, así como filmoteca, juegos de mesa y todo tipo de música, con la idea de que no tengan que cargar en demasía su equipaje, pues el lodge está pensado para estancias de mínimo una semana. Además, cada día se facilita en cada habitación un cesto de bollería recién horneada, por si apetece tomar un café con un bocado en algún momento.
Disfrutar de este remanso de paz en Nueva Zelanda es posible desde 967 €/noche, un precio que incluye, además de la habitación, el transfer de ida y vuelta, el desayuno y los aperitivos que se sirven antes de la cena (canapés y bebidas), así como todos los servicios del resort, incluyendo su spa.
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