Irlanda es un destino mágico y de naturaleza imponente; su costa recortada ofrece paisajes bellísimos que se complementan con un interior verde y frondoso que luce en verano en todo su esplendor.
De entre todos los rincones bellos de Irlanda nos quedamos hoy con la costa oeste porque resulta un destino de lo más completo: una pequeña ciudad viva y acogedora que no era tiempo atrás más que un pueblo de pescadores nos servirá de base -Galway- y, desde allí, descubriremos los acantilados Moher tanto desde tierra como desde el mar y la región de Connemara que es todo un parque natural en sí misma y que esconde y acoge uno de los edificios más bellos de Irlanda: la Abadía de Kylemore, conocida como el Taj Mahal irlandés.
Y es que la abadía tiene su origen en el castillo que un rico comerciante inglés hizo construir como regalo a su esposa... quien falleció en un viaje a Egipto. Fue entonces cuando el desconsolado comerciante hizo construir la iglesia neogótica a imagen y semejanda, aunque considerablemente más pequeña, de una catedral. Fue años después, tras un par de cambios de titularidad, cuando el castillo y su iglesia se convirtieron en abadía.
Galway y sus alrededores tienen mucho que ofrecerte empezando por un alojamiento único, uno de esos que se convierte en parte esencial de la experiencia del viaje. Hablamos del Hotel the G.
Se trata de un lujoso hotel y SPA de 5 estrellas y 101 habitaciones diseñado por Philip Treacy; es un lugar de diseño moderno y sorprendente en el que te sentirás transportado a otro mundo y otra vida por las sensaciones que experimentarás tanto en el SPA y el restaurante como el bar rosa o el azul y, por supuesto, en la intimidad de tu habitación.
Si buscas un refugio urbano y sofisticado desde el que descubrir la bella y agreste naturaleza del oeste de Irlanda, el Hotel the G es tu destino.
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