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Un hotel en India para descubrirse a uno mismo

A las afueras de Bangalore, el Shreyas está considerado el mejor retiro de yoga y meditación del mundo.

A pocos kilómetros de la ciudad india de Bangalore se encuentra un hotel de lujo muy poco convencional: el Shreyas Retreat. Con apenas 12 habitaciones (una de ellas, suite), no está pensado para descubrir las muchas riquezas de la zona, o pasear por la ribera de los muchos lagos que llenan la región. De hecho, la idea de este resort es que los huéspedes no salgan, o al menos que el viaje, de producirse, sea al interior de nosotros mismos.

Y es que nos encontramos en el que está considerado el mejor retiro de yoga y meditación del mundo. Con tan pocas habitaciones, la intimidad y la serenidad están más que aseguradas en este refugio de los sentidos. El marco es sencillo pero agradable, con lujos menos visibles y ostentosos de lo que sería de esperar en un Relais & Châteaux (alianza a la que pertenece), pero con todo enfocado a una búsqueda interior única, a través de todas las disciplinas del yoga y sin la austeridad de los ashrams.

En todas las actividades, los huéspedes están atendidos por expertos. E incluso se pueden compatibilizar los talleres prácticos con una profundización teórica en temas como textos sagrados hinduistas, la meditación o la ayurveda. Entre la carta de servicios, incluye la Yogasana, la Pranayama, la meditación y el canto, el yoga Nidra... y otros más indulgentes como los masajes, la limpieza mediante Kriya Yoga, meditación con velas, cricket o aprender a cultivar en una granja ecológica.

La alimentación en este resort de lujo está a la altura de lo que esperaríamos de un templo sensorial, de ahí que sea estrictamente vegetariana. Su restaurante solo está abierto a los huéspedes, y en él se pueden degustar platos preparados con los frutos del huerto. Tampoco se sirve alcohol, todo para que el Shreyas mantenga su estatus de oasis de paz para el equilibrio perfecto de cuerpo, mente y espíritu.

Hospedarse aquí es posible a partir de 260 €/noche, desayuno incluido, y el hotel se encuentra abierto los doce meses del año. Porque para encontrarse a uno mismo no hay mes malo.