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Un hotel boutique de ensueño y lujo en la campiña inglesa

Stoke Place, quietud y lujo en medio de 11 hectáreas de campiña, a un paso de Londres.

Se encuentra situada estratégicamente a apenas 10 minutos de Windsor y su castillo. Era el deseo de sus primeros propietarios, una familia nobiliaria que no quería tener su casa de campo muy lejos de la Familia Real. Pero lo que no podían imaginar cuando proyectaron esta mansión en el siglo XVII es que, además, acabaría estando a poco más de 15 minutos de uno de los principales aeropuertos internacionales del mundo, y todo ello sin molestias porque de la calma se siguen encargando las 11 hectáreas de parque que rodean al Stoke Place.

En plena campiña inglesa, sus 39 habitaciones y suites (desde 150 €/noche) se encuentran alojadas en tres edificios conjuntos decorados con un estilo clásico conocido como Reina Ana (de hecho, una de las suites principales se ha bautizado con el nombre de la antigua consorte). No faltan en sus dependencias habitaciones llenas de encanto como una biblioteca o toda una filmoteca de películas antiguas. Además, en consonancia con las últimas tendencias, los antiguos establos se han acondicionado para crear allí un gimnasio holístico.

Pasear por la propiedad implica acercarse hasta su lago de dos hectáreas de extensión, todo un deleite en el que poder dar un paseo en barca o mojarse los pies, sencillamente. Pero para indulgencia, la de su restaurante Garden Room, con los máximos galardones y que sirve un menú especializado en la cocina británica tradicional, con platos como el Rodaballo escocés o las Croquetas de ajo y trufa con champiñones salteados. Su bodega supera ampliamente el centenar de referencias, por lo que mucho mejor si se le echa un vistazo antes incluso de la visita.

El hotel cuenta con un completo programa de rutas propias en bicicleta por Buckinghamshire, pudiendo alquilarse las bicis directamente allí. No cuenta con spa, pero sí con un equipo de especialistas y terapeutas de la firma Flutterby Beauty que realizan los tratamientos directamente en la habitación.

Como antesala a una audiencia en Windsor, no hay plan ni sitio mejor.