Una plaza tranquila detrás del centro neurálgico de Cuzco acoge un antiguo palacio y convento que ha sido restaurado por la hotelera Orient Express para ofrecer un servicio de cinco estrellas a los que acudan a este rincón de Perú buscando los vestigios de la cultura inca. Muros de piedra local, un claustro con patio y una antigua fuente son testigos del pasado medieval, y una impresionante piscina, camas de gran tamaño con dosel y una restauración exquisita representan las características contemporáneas.
El hotel se llama Palacio Nazarenas y desde sus suites se pueden ver las colinas del sitio inca de Sacsayhuaman, así como la catedral de Cuzco en la plaza de Armas. La decoración es austera y en ella prima la comodidad. Con un estilo colonial, no faltan grandes alfombras con motivos precolombinos, armarios de madera y lámparas que cuelgan de techos muy altos.
En el apartado gastronómico, imposible renunciar a los sabores locales. En el resturante Senzo se ofrecen platos ricos en especias autóctonas y en la decoración no faltan flores comestibles cultivadas alrededor del hotel. Estos ingredientes se repiten en otro de los rincones del resort: su spa Hypnôze. Mediante el uso de ingredientes peruanos como flores y hierbas, sal andina rosada, maíz morado, miel, aguacate, café y hojas de coca, han creado su propia línea de productos orgánicos, que se usa en tratamientos personalizados y a la carta.
Inaugurado en junio de 2012, revivir el pasado inca y colonial español es posible a partir de 450 €/noche.
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