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Rosewood Makayoba, un paraíso entre manglares

Situado al norte de la famosa Playa del Carmen, este resort cuenta con más de 1,5 km de playa de arenas blancas y aguas cristalinas.

Playa del Carmen se ha convertido en el nuevo centro turístico de la Riviera Maya tras lo que podríamos calificar como 'colapso hotelero' de Cancún. Aunque las diferencias entre la gran ciudad y esta son evidentes, sí es cierto que cada vez son más los que llenan esta localidad intermedia de camino a Tulum, de ahí que sus calles y tiendas estén siempre llenos de turistas, así como haya quienes aconsejan venir hasta aquí para concertar excursiones por libre por la selva, los manglares y las ruinas arqueológicas del antiguo pueblo maya.

Sin embargo, eso no quiere decir que no se pueda gozar de la máxima calma y tranquilidad a pocos pasos de Playa del Carmen. Un ejemplo de ello es uno de los resorts más atractivos y lujosos de este municipio, el Rosewood Mayakoba, un complejo turístico de cinco estrellas Gran Lujo que ocupa algo más de un kilómetro y medio de playa y que se enmarca entre gran vegetación, sobre una propiedad de 650 hectáreas.

De hecho, desde su diseño inicial hasta hoy, todo se ha configurado para combinar lujo y naturaleza, dotando la estancia del máximo relax y tranquilidad. Es por ello que se compone solo de suites, hasta 130, y todas con piscina privada, solárium, ducha al aire libre, terraza... Y siempre con un cuidado y respeto por el Medio Ambiente que acredita el certificado Rainforest Alliance. Es necesario para poder presumir de un resort en plena selva mexicana, a un paso de manglares y con la playa de aguas turquesas como testigo perenne.

A pesar de que se compone solo de suites, eso no quiere decir que no haya categorías. Hasta una decena diferente, según la posición de la habitación en el complejo. Pero, además, hay que añadir una villa: la Casa Laguna, presidida por un gran salón-comedor con vistas a una auténtica laguna, un chef particular para ellos, tres habitaciones que incluyen dos master suites con baño privado, piscina privada y sala de juegos. En total, 603 metros cuadrados más otros 325 de terreno.

El hotel dispone de su propia embarcación para hacer excursiones. Tras ellas, nada como relajarse en su spa o en alguno de sus restaurantes. Por ejemplo, en el Punta Bonita, frente al mar y con un menú compuesto por tapas, o en el Agave Azul, cuya bodega cuenta con más de 100 marcas de tequila premium. Sin duda, razones suficientes para tener aquí la base de unas vacaciones en las que tranquilidad y vida de lujo se dan la mano (desde 600 €/noche).