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Ritz-Carlton conquista la Ruta de la Seda

La cadena hotelera abre cinco estrellas Gran Lujo en Almaty (Kazajstán) y se estrena en Asia Central.

La torre Esentai es uno de los edificios más modernos e icónicos de Almaty, la capital de Kazajstán. Con 38 plantas, su interior alberga desde el pasado invierno uno de los nuevos hoteles de gran lujo de Ritz-Carlton. El establecimiento, que ocupa 10 plantas, está a la altura del diseño contemporáneo del inmueble, pues es la apuesta high tech de la cadena.

Ha sido diseñado por el interiorista alemán Peter Silling, que eligió para habitaciones y suites muebles y marcos de madera de cerezo y mármol, que combinan tonos claros con oscuros. En concreto, son 145 habitaciones a partir de 40 metros cuadrados, con paneles domóticos de control de luces y cortinas y en la que no falta ni un detalle (DVD, Internet, televisores panorámicos...) ni un baño impresionante de mármol portugués muy espacioso.

La joya de la Corona es la Suite de 240 metros cuadrados, cuyos ventanales ofrecen una inmejorable vista de las montañas Zailiyskiy Alatau y que cuenta con un jacuzzi fabricado directamente en una piedra tallada para ello de gran tamaño. Está en la planta 26, al igual que el Club Level un espacio privado para los clientes más especiales del hotel.

También supone el estreno en el país de Six Senses. La firma especializada en crear los mejores spas de lujo en hoteles, ha abierto en el establecimiento un balneario que ofrece más de 30 tratamientos orientales tanto para el rostro como para el cuerpo. Entre ellos, los cuatro Signature Massages, rituales de belleza de entre 50 y 80 minutos en los que se puede elegir entre un tratamiento detox para liberar el cuerpo de toxinas, un masaje energizante sobre los músculos, uno más relajante y con un toque holístico o, finalmente, uno que combina técnicas asiáticas de acupuntura y presión.

También merece la pena su restaurante Vista, especializado en carnes kazajas y cocina mediterránea y que permite degustar platos que resultan exóticos a tantos kilómetros de la Vieja Europa. Por cierto, que para los golosos hay una tienda de chocolates artesanos... Una joya que puede estrenarse a partir de 245 €/noche.