Construido originalmente en 1868, el antiguo hotel Ocean House no era tan imponente como el actual. Mucho más pequeño, pasaba desapercibido entre una oferta que llenaba la costa de Nueva Inglaterra, en el noreste de Estados Unidos. Sin embargo, poco a poco, fue ampliándose hasta reivindicarse por sí mismo como uno de los lugares más emblemáticos de la zona, y al haber sido de los pocos supervivientes a pie de playa en Rhode Island aun le da más valor.
Ya en el primer tercio del siglo XX se trataba de un lugar con historia. No en vano, su estilo victoriano, elegante y pomposo, visible en las tres plantas de llamativo amarillo pastel, con una torre central que llega a las seis plantas, coronadas por una gran bandera norteamericana y techos grises, fue el escenario ya de películas sobre la aristocracia en 1916.
El hotel se encuentra sobre la colina de Watch Hill y es de los pocos que quedan a pie de playa. Una gran remodelación lo tuvo cerrado desde 2003 (cuando lo venden a unos nuevos dueños) a 2010. Entonces abrió las puertas como sinónimo de gran lujo en la zona, un cinco estrellas de apenas 49 habitaciones (tres de ellas, suites) cuya atención por ofrecer lo mejor de lo mejor le ha valido formar parte del selecto club Relais & Châteaux.
Pasear por su gran porche, mirar el mar desde sus terrazas, jugar en su césped a croquet... pero también actividades más 'modernas' como el surf o el squash, son grandes planes en el Ocean House. Tanto como la gastronomía, ya que hay un sinfín de opciones. Desde comer en un bistró a hacerlo en una terraza frente al mar, pasando por un cottage, un brunch a ritmo de jazz o cocina de autor. Además, aquí es muy importante la hora del té, en la que ofrecen meriendas antológicas al más puro estilo británico.
Lujo en estado puro al que se suma uno de los mejores spas de Estados Unidos, el Oh! Spa. Indulgencia a toneladas para el alma hedonista. A partir de 260 $/noche.
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