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Rancho Valencia, lujo colonial en el sur de California

Está en Santa Fe y, además de ofrecer servicios para gourmets o tratamientos de spa, es un clínic para amantes del tenis.

Elegido en 2013 como uno de los mejores hoteles de Estados Unidos, el Rancho Valencia es uno de los resorts más representativos del lujo slow Californiano. Situado en los alrededores de Santa Fe, es el único Relais & Châteaux del sur del Estado del Pacífico y su oferta destaca por la tranquilidad, la misma que permiten sus bonitos y cuidados jardines con olivos.

Este último detalle da buena cuenta de la estética que se le ha querido dar al resort desde su inauguración en 1989: la del colonialismo español en el norte de México. Así, destacan los frutales que se encuentran por todos lados, especialmente los de naranjas, que llenan el ambiente en primavera de aroma a azahar. Además, las propias instalaciones se han presentado en colores tierra, con paredes anaranjadas que dan un aspecto señorial al conjunto.

El hotel, remodelado por completo en 2012, se compone de 49 suites, sin habitaciones menores y con posibilidad de que algunas de ellas se conviertan en casitas independientes, todas ellas con patio. Hay tres tipos de suite, desde las estándar, con su propia cafetera espresso Illy, camas XXL, equipos Bang & Olufsen y Bose..., y que miden 120 metros cuadrados (desde 650 dólares); a la Private Guesthouse, con 465 m2 de superficie dedicada al lujo, con techos de madera, grandes ventanales y que está considerada la mejor habitación de toda la región, con varias chimeneas y un servicio de restaurante propio. Por supuesto, sus tres dormitorios, cada uno con su propio baño (normal que cueste 5.000 dólares/noche)

Pero si también destaca Rancho Valencia por algo es por su programa de entrenamiento y clínic de tenis. De hecho, la revista 'Tennis Magazine' suele nombrar al resort como el mejor hotel de Estados Unidos para practicar este deporte.Lo dirige Robin White, entrenador de antiguos campeones del US Open, y cuenta con un gran equipo que vive 24 horas para mejorar el juego de los huéspedes. Para ello, 18 pistas preparadas en todo momento y de libre acceso, así como tratamientos en el spa especializados.

Todo un ejemplo de que un resort de lujo puede especializarse en más que el simple alojamiento.