La Mallorca menos turística y masificada, la de la naturaleza exuberante y el agua azul turquesa es siempre un destino de ensueño y más en los meses de estío. El entorno hace que nuestra estancia en la isla sea algo verdaderamente exclusivo. Eso pensamos también cuando llegamos a Capdepera, en este encantador pueblo situado en un valle de la costa este de Mallorca, podremos perdernos entre casas de marés, caminando por sus calles sinuosas y estrechas que nos llevarán sin saberlo hasta su histórico castillo amurallado del siglo XIV, símbolo de esta zona de la isla.
Un entorno privilegiado y rodeado de jardines naturales con encinares centenarios y campos de almendros y algarrobos, encontramos un sofisticado hotel con encanto de Rusticae que toma el nombre de Predi Son Jaumell. El hotel ha sido levantado sobre una antigua possessió del siglo XVII, recuperada hoy como escenario de relax y tranquilidad en el campo mediterráneo. Cuenta con 24 suites que han sabido combinar a la perfección el estilo rural mallorquín, con la sofisticación y el confort, a lo que se le suman unas vistas incomparables al campo mallorquín y al castillo medieval de Capdepera.
Pero no sólo de vistas vive el hombre. Nuestros sentidos también se podrán relajar al borde de su piscina azul intenso; o animarse en el restaurante de Predi Son Jaumell, regentado por Andreu Genestra, en el que se apuesta por el valor del producto local, con técnica, pasión, con una carta dinámica y con efecto sorpresa en el comensal por sus sabores clásicos con una puesta en escena diferente.
¿Aún no lo tienes claro? Seguro que un paseo por el camino privado que nos lleva hasta al rincón casi virgen de la Cala Agulla, a tan dos kilómetros del hotel, harán que todas tus dudas se disipen de un plumazo.
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