La pasada primavera os contábamos una iniciativa que 'maridaba' hotelería de diseño y panadería artesana. Se trataba del Hotel Praktik Bakery, en donde se podía comprar una hogaza de pan recién hecho o pedir una habitación doble. Hoy la firma hotelera da un paso más en esta fórmula y abre un segundo hotel en la Ciudad Condal: Praktik Vinoteca.
Con el objetivo de ofrecer hoteles insólitos, esta vez es el mundo del vino el que se une al de la hotelería, así como con la ciudad de Barcelona, ya que el centro de la capital catalana siempre ha sido de bodegas y tabancos en los que beber un buen tinto. De hecho, se sitúa en el 51 de la calle Balmes, en el corazón del elegante barrio del Eixample. No desentona, puesto que todo el hotel es un ejercicio perfecto de diseño e integración vino-elegancia.
El interiorismo es obra de Contemporain Studio y el prestigioso decorador Lázaro Rosa-Violán ha sabido integrar el vino como elemento decorativo del hotel, jugando con los detalles y sin perder de vista el estilo minimalista en las habitaciones. Estas son 64, divididas en dos tipos de dobles: la King, con una cama de matrimonio extra-grande, y la Twin, de dos camas individuales. La gran mayoría son exteriores, algunas incluso con un balcón que da a Balmes y otras a un amplio patio ajardinado típico del barrio barcelonés.
El lobby es donde mejor se muestra la unión de conceptos. Barras de bar de estética vintage se unen a lo que sería una recepción clásica, con muebles elegantes. Allí es posible degustar un buen vino, de las muchas botellas que decoran la estancia. De hecho, hay un experto sumiller dispuesto a aconsejar el mejor maridaje con una tapa o a disertar sobre la tradición vinícola de Cataluña. De hecho, Una cata de vinos está disponible determinados días de la semana para los huéspedes y sus invitados.
El quinto hotel de Praktik ya está abierto y se puede pernoctar en él a partir de 46 €/noche.
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