Un edificio señorial, de corte palaciego y pensado para aguantar el frío de los Pirineos es el inmueble en el que se levanta desde 1896 el Gran Hotel de Panticosa. Renovado en 2004, cuenta con 42 habitaciones (dos de ellas, Junior Suite) y spa propio y abre sus puertas coincidiendo con el comienzo de la temporada de nieve de este rincón de Huesca. Hasta ahora, se podía disfrutar sólo del Hotel Continental, que también forma parte del resort, por lo que la oferta se amplia con lujo y un marco de exquisitez gracias a sus grandes salones y el mobiliario de época.
Pero no es la única novedad de este diciembre en Panticosa. Este invierno se vuelve a contar con una pista de esquí de fondo que hará las delicias de quienes se acerquen a esta cota que supera los 1.600 metros de altitud. La empresa Panticosa Activa ofrece clases para los que quieran iniciarse en esta disciplina (a partir de 40 €/hora un alumno y de 50 € dos alumnos), y el circuito se encuentra dispuesto en los propios alrededores del complejo y el lago, con tres niveles. Por un lado, el nivel Iniciación, de 1,5 km de recorrido. Por otro, el Medio, con 3,5 km. y el de Experto, que ocupa buena parte de las faldas del valle y que tiene una longitud de 5,5 km.
Piscina exterior, iglú y cortinas de agua...
Por supuesto, para después de esquiar, nada como reservar cita en el Balneario, un edificio proyectado por Belén Moneo y Jeff Brock y que se asienta sobre unas termas de la época romana. Piscina exterior, iglú y cortinas de agua, entre otras actividades, esperan a los que quieran desestresarse y relajar los músculos. Y no nos olvidamos de la oferta gastronómica, en la que destaca la carta de cocina tradicional del restaurante La Brasería, pensado para gourmets.
La noche en el Gran Hotel se puede reservar a partir de 50 € (en Temporada Alta, del 26 de diciembre al 5 de enero, ambos inclusive, desde 80 €).
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