En el corazón del vibrante distrito del norte de Chicago, a un paso del río, acaba de abrir sus puertas un hotel boutique que aspira a ser el epicentro de los viajeros que buscan el lado más urbano y moderno de la ciudad de los Grandes lagos. Se llama Kinzie en honor a John Kinzie, un pionero de principios del siglo XIX que se convirtió en 'amo' de los negocios de la ciudad.
Situado entre la Avenida Michigan y The Loop, se trata de un hotel boutique de corte contemporáneo, en el que el diseño colorista de líneas sencillas tiene mucho que decir. Perfecto tanto para escapadas de fin de semana como para viajes de negocios, todo está a un paso del hotel: desde museos a restaurantes pasando por los mejores clubes nocturnos.
En las habitaciones, bien aprovechadas y algo recargadas de muebles, hay sofás, butacones y, sobre todo, camas de tamaño XXL en las que dormir es toda una experiencia de lujo. En los cabeceros, vinilos con el callejero de Chicago nos permiten irnos a dormir haciendo un ligero repaso de lo que vamos a descubrir al día siguiente. No desentonan en un interiorismo que mezcla tonos básicos como el gris o el blanco con detalles de vivos colores como el cazuela o el añil.
También merece atención el baño, con amenities de H2O+, la firma especializada en balnearios (en el pack incluyen, además del gel o champú clásicos, muestras de cremas antiedad). Y junto a la cama, cafeteras Keurig para los que no pueden despertar sin un buen café al lado, aunque cada planta del hotel cuenta con su propio salón de desayunos para poder comenzar el día con un buen plato Continental clásico (un detalle que sólo se ofrece en Chicago en este hotel).
Amigos de las mascotas, tienen su propio sistema de registro para aquellos que prefieran viajar acompañados de sus 'mejores amigos' de cuatro patas. Todo a partir de 160 €/noche.
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