Caminha es el municipio costero más al norte de Portugal, fronterizo con España y que conserva el puente románico de Vilar de Mouros, antiguas murallas, la Igreja da Misericórdia y varios fuertes que explican la singularidad de este pueblo a apenas un paso de Galicia. Situado en plena desembocadura del Miño, las playas que allí nacen, hasta Vila Praia de Âncora, son las elegidas por muchos amantes de un buen chapuzón en el Atlántico.
En Caminha se encuentra uno de esos hoteles con encanto que no siempre esperas en una localidad de apenas 2.500 habitantes. Se trata del hotel boutique Design & Wine, que forma parte de la cadena Design Hotels gracias a una decoración única y muy especial: la que ha convertido todas sus habitaciones en una obra maestra. Cada una de las 23 (18 habitaciones y cinco suites) en las que se divide este complejo diseñado por el arquitecto Pedro Guimaraes y el interiorista José Carlos Pereira cuenta con un cabecero a modo de fresco en el que se ha creado un dibujo, una trama, una ilustración, un collage...
Y todo en un edificio de nueva construcción, también de líneas de vanguardia contemporánea, en los terrenos en los que se levantaba una antigua casa de campo del siglo XVIII, y en el que tiene mucho que decir la tecnología solar, de la que se nutre el complejo, así como la madera.
Pero el arte no se circunscribe solo a las habitaciones. En la Whitebox Gallery, una sala especial del hotel, se suceden temporalmente exposiciones de diferentes artistas, tanto locales como internacionales. Además, como el propio nombre indica, también hay espacio para la gastronomía. La cocina del norte de Portugal está presente, así como sus vinos. La cava del restaurante del hotel pone el acento en los diferentes vinhos verdes de la región, creado con uvas Alvariño y Loureiro.
Y todo a 80 km. al sur de Vigo, o 90 al norte de Oporto, según se mire. Desde 126 €/noche.
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