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Negocios de lujo en el río de las Perlas

En Shenzhen, estratégicamente situado entre Hong Kong, Macao y Cantón, se encuentra el Grand Mercure Shenzhen Oriental Ginza.

El río de las Perlas es el tercero más largo de los que discurren íntegramente por China, tras el Yangtsé y el río Amarillo. Su desembocadura forma un inmenso delta que prácticamente se confunde con el mar por su amplitud. Está a la altura de la población que vive allí, ya que forma un triángulo coronado por Cantón y con Hong Kong y Macao como ciudades de salida, una a cada orilla y sin que sea posible verse de una a otra.

A estas tres megalópolis hay que sumar una cuarta ciudad que está tomando cada vez más fuerza gracias a ser la entrada a la China Continental desde Hong Kong. Justo al norte de esta se encuentra Shenzhen, un nuevo polo industrial y de negocios gracias a la localización de numerosas industrias y empresas que vienen aquí buscando zonas más baratas que en la antigua colonia británica.

Es una ciudad en crecimiento que ya cuenta con hoteles de categoría con los que poder presumir. Uno de ellos es el Grand Mercure Shenzhen Oriental Ginza. La cadena francesa ha abierto aquí un complejo de 481 habitaciones, divididas en hasta ocho categorías diferentes en las que al servicio de cinco estrellas se le une la posibilidad de disfrutar desde la habitación de grandes vistas tanto a la bahía como a las montañas que la circundan.

La principal es la Suite Bay View. Ofrece las ventajas de la planta Executive: refrescos, té y café gratuitos en unas salas de ocio exclusivas, así como un dormitorio y sala de estar independientes, acceso a Internet gratuito y las mejores vistas. Todas las suites y habitaciones Deluxe cuentan incluso con cocina, aunque no será necesaria utilizarla, ya que el hotel posee cinco restaurantes y otros tantos bares.

El Grand Mercure está pensado sobre todo para viajeros de negocios. Así, para poder relajarse entre reuniones o al final de la jornada, además de una buena copa en alguno de los bares, es posible nadar unos largos en su piscina climatizada interior o correr un poco en su gimnasio (hay entrenadores para quien desee clases personalizadas). Y el colmo del hedonismo: un servicio de manicura gratuito en su spa, donde, además, nos liberarán de las tensiones.

La cama nos estará esperando arreglada para dormir, ya que hay doble servicio de limpieza de habitaciones. Será el mejor modo de acabar el día en una de las ciudades de moda para los negocios en China.