A pesar de su fama internacional, la cadena Shangri-La se resiste a entrar en las principales ciudades del lujo europeo. Este 2013 se ha asomado tímidamente al Viejo Continente. Lo ha hecho en Estambul, donde ha abierto el segundo de sus cinco estrellas Gran Lujo europeos, al que ha bautizado como Shangri-La Bosphorus.
Creado para recordar la opulencia de los grandes señores otomanos, se trata de un hotel de 186 habitaciones con increíbles vistas sobre el Estrecho del Bósforo y uno de los lobbys con terraza más grandes de todo Estambul. La decoración no sólo recrea el tacto y la vista con suaves y brillantes sedas, sino también con toques locales como el increíble mármol turco con el que se han construido los baños, un espacio que se completa con suelos radiantes y amenities de Bvlgari.
Aquellos que quieran relajarse, además de mirando la unión de los dos continentes, con algún tratamiento, qué mejor que el CHI The Spa del hotel. Ya sea un cuidado facial o corporal, un masaje o un poco de aromaterapia, el descanso más absoluto está garantizado.
También acabar chupándose los dedos si se elige cenar en el Shang Palace, un restaurante cantonés en el que se preparan todo tipo de delicatessen. Un sabor oriental para la puerta de Occidente a partir de 450 €/noche.
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