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Il San Pietro di Positano, una villa de cuento

Es mucho más que un hotel. Domina el golfo de Salerno y a su playa privada se accede con un ascensor dentro de la roca.

La carretera que une Salerno y Sorrento es uno de esos caminos que no hay que dejar de recorrer si se tiene la oportunidad. No solo tendremos una imagen espectacular del golfo de Salerno, sino que atravesaremos uno de los mayores bosques mediterráneos del sur de Italia y tendremos ante nosotros un paisaje único, en el que las rocas parecen jugar con el Tirreno, discutiendo dónde debe empezar la tierra y dónde el mar.

Allí, a medio camino, se encuentra un cinco estrella que fue la consecución de un sueño, el de Carlino Cinque, que ya de niño se enamoró de un pequeño promontorio rocoso con una importante caída en precipicio sobre el mar. Allí mando construir una villa que hoy se ha convertido en uno de los hoteles de lujo más importantes de la región: Il San Pietro di Positano, perteneciente a la cadena Relais & Châteaux.

Se trata del único hotel de Positano con acceso directo al mar, lo cual es lógico si tenemos en cuenta que la orografía de la costa hace prácticamente inviable una playa tal cual la solemos entender, con su arenal y sus olas. En este caso, no es una convencional, sino que se trata de la adaptación de una cueva natural que ha ganado un poco de espacio al mar creando en la falda de la cueva un solárium y un pequeño bar-restaurante. Así, todo se ha llenado de tumbonas para que se pueda disfrutar del sol y una escalerilla, como de piscina, da acceso al Tirreno. Para acceder a ella solo se puede de dos formas: navegando o con el ascensor que se ha construido en el interior de la roca.

Del spa del hotel se encarga la lujosa firma de cosméticos La Prairie, cuyos tratamientos faciales a base de caviar y oro son solo algunos de los que allí se pueden solicitar. Una indulgencia a la altura de la gastronomía del establecimiento. Hay dos restaurantes: el Zarr, con estrella Michelin para el chef Alois Vanlangenaeker y una impresionante carta de vinos; y el Carlino, junto al mar y con una decoración marinera clásica muy bonita.

El precio está en consonancia con el lujo extremo que ofrece en cada estancia. Así, pasar la noche aquí cuesta a partir de 620 €. 45 habitaciones y 14 suites en los que el concepto cinco estrellas se entiende como mucho más que una categoría hotelera, sino como estilo de vida.