La Palm Jumeirah es la más pequeña de un conjunto de tres islas artificiales con forma de palmera conocidas como las Palm Islands. Situada en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), son pocos los que no la reconocen en una foto de satélite, ya que se trata de una forma irrepetible si no es con la ayuda de la ingeniería humana. Allí se encuentra un cinco estrellas que abrió sus puertas el año pasado: el Sofitel Dubai Palm, un resort digno de un destino tan exótico.
El complejo se ha configurado como si el huésped se encontrata en una isla polinesia, con jardines verticales, flores naturales y obras de arte en interiores muy luminosos, en los que destacan amplias piscinas que nos obligan a olvidar que estamos a pocos minutos del desierto de Arabia. Un magno mar de arena que es visible desde las 361 habitaciones del complejo, todas con balcón.
Además, el resort cuenta con villas en la playa, con azotea y piscina, así como apartamentos dentro de la propia infraestructura del hotel.
Como buen resort vacacional, no ha ahorrado esfuerzos en su oferta gastronómica. Hasta ocho restaurantes se han habilitado, de cara a que el huésped cene cada noche en un rincón diferente del planeta, al menos en cuanto a sabores. Además, un club nocturno y coctelerías, un spa y un campo de golf. ¿Alguien da más?
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