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Escapada con encanto a un spa de la Bretaña

Situado en una pequeña península y con restaurante gourmet, el hotel Le Domaine de Rochevilaine es todo un retiro de paz frente al mar.

La belleza de la pequeña península que sirve de hogar a Le Domaine de Rochevilaine es lo primero que no pasa desapercibido cuando nos aproximamos a este rincón de descanso de gran lujo en la Bretaña francesa. Con apenas 38 habitaciones, es todo un hotel con encanto y cargado de historia, pues se asienta en una grande del siglo XIII, con un monumental pórtico, el 'portal de la Verdad'.

Perteneciente a la cadena Relais & Châteaux, su propietario, Bertrand Jaquet, lo ha ido acondicionando para que sea el retiro perfecto. De hecho, no todo el mundo puede presumir de poseer un hotel con 300 metros de vistas privadas al mar, claro que esto solo es posible cuando, como es el caso, ocupas todo el cabo, a un paso del estuario de la Vilaine, con escarpados acantilados y aguas de un azul perfecto.

Al igual que en sus jardines cada flor es cuidada con mimo, lo mismo ocurre con las habitaciones, que son todas completamente diferentes en cuanto a decoración. Eso sí, en todas se repite la máxima del encanto y la comodidad (desde 165 €/noche). Aunque su punto fuerte es, sobre todo, el spa. Se trata de un balneario marino de 1.300 metros cuadrados, precursor de los spas en Francia y donde se pueden recibir todo tipo de tratamientos, así como disfrutar de su circuito termal y sus instalaciones, con piscina. Se llama Spa Aqua Phénicia y en sus tratamientos cosméticos se utilizan materias primas de Bretaña.

Además, el hotel cuenta con un restaurante gastronómico de altura. Es el mismo que prepara los cuatro tipos de desayuno diferentes entre los que pueden elegir los huéspedes (uno de ellos 100% bretón), que rompe con el concepto tradicional del buffet de desayuno y que se basan en productos tradicionales. Al mismo tiempo, para cenas y comidas, tiene una carta de altura en la que destaca el bogavante bretón.

Una experiencia para los sentidos que nos hará enamorarnos de la Bretaña.