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En medio del bosque

El Hotel Yar apuesta por el lujo y la tranquilidad a medio camino entre Moscú y el Mar Negro.

La carretera M4 une Moscú con el Mar Negro. Durante los cientos de kilómetros que recorre, el viajero puede disfrutar de paisajes muy diferentes: grandes bosques, ríos caudalosos, zonas despobladas y, finalmente, el mar. A medio camino, la ciudad de Vorónezh es una de las paradas preferidas de quienes hacen esta ruta. Además de ser un puerto fluvial, es un importante nudo ferroviario, al converger aquí los trenes que se dirigen a Ucrania. En la orilla del río del mismo nombre, se suceden los palacios e iglesias ortodoxas de gran belleza.

Aquí se encuentra el hotel Yar, un establecimiento de lujo reservado a los amantes de la calma y la quietud. Escondido en el bosque que rodea Vorónezh, se levanta en un edificio blanco de líneas clásicas cuyo diseño está inspirado en la decoración del siglo XIX, y en el que no faltan los techos altos y un amplio jardín rodeándolo. Cada una de las 45 habitaciones ha sido diseñada por un artista diferente y, en función de la categoría escogida, los precios por noche oscilan entre los 120 y los 450 euros. Además, cuenta con su propia Iglesia Ortodoxa y un club de equitación.

Su mayor atractivo es el Green Spa, con 320 metros cuadrados de superficie y cuyo diseño refleja la idea de un bosque de aire puro en el que no faltan ni el canto de los pájaros. Abierto las 24 horas, cuenta con siete salas de tratamientos y masajes (incluyen Shiatsu, Ayurveda y tailandés); y es posible apuntarse a programas de belleza de hasta una semana de duración.

Tras relajarse, nada como probar alguna de las exquisiteces gastronómicas de sus restaurantes, ya sea la comida siática del Sushi-Yar o la rusa con tendencias actuales del Yar. Son degustación obligada platos como la Ternera guisada al horno con tortitas de trigo sarraceno, el Rodaballo a la parrilla con mermelada de tomate o el Cabrito guisado al horno con hierbas de Provenza y creps de zanahoria. Todo ello regado con alguna de las 3.000 referencias de vino traídas de todo el mundo.

La autenticidad de Rusia, en pleno bosque y a todo lujo.